El proyecto de confianza

2022-12-07 17:45:36 By : Mr. Jack Huang

Junto con el bótox y las infiltraciones de ácido hialurónico, los hilos tensores son una de las intervenciones de medicina estética más populares, por su efecto lifting sin cirugía. Esto es todo lo que tienes que saber sobre ellos.

De aquellos liftings que se realizaban en quirófano y, literalmente, estiraban la piel para acabar con las arrugas y la flacidez, a los hilos tensores que se usan hoy a tal efecto, los pasos que se han dado en la medicina estética poco invasiva son de gigante.

Esto, junto con la evolución del bótox, el ácido hialurónico y otros materiales de relleno -y la propias técnicas de infiltración-, y de las aparatologías que buscan conseguir, sin dolor ni efectos secundarios, resultados parecidos a complicadas intervenciones quirúrgicas -véase la radiofrecuencia-, nos ha traído a la visión actual de una medicina estética y una dermatología moderna que, lejos de cambiar el rostro por completo, "puede ayudarnos a envejecer con elegancia y discreción", como defiende el doctor Ricardo Ruiz, de la Clínica Dermatológica Internacional (Madrid).

Los hilos tensores forman parte de las llamadas intervenciones poco invasivas que en pocos minutos y sin grandes esfuerzos pre ni posoperatorios, consiguen mejorar los contornos faciales y combatir la flacidez del rostro.

Antes de llegar al 'qué hacen', no está de más hacer una presentación en sociedad como se merece de estos hilos tensores, menos comunes en boca de todos que el archiconocido bótox, por ejemplo.

Acudimos a los expertos. "Los hilos tensores son materiales de sutura reabsorbibles de diferentes texturas, materiales y tamaños que sirven para estimular el colágeno en la piel y generar tracción en las zonas donde se insertan", resume el doctor Vicent Alonso, dermatólogo del GEDET (Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica) de la AEDV.

Bajo el amplio paraguas del término, María Vicente, cirujana y médica estética que ejerce en las clínicas VirtudEstética de Murcia, especifica que pueden estar compuestos por diversas sustancias como PDO (polidioxanona), ácido poliláctico o nylon y que los hay de varios tipos: monofilamento, tornados, espiculados, de arpón, de conos...

"Tampoco son lo mismo las agujas con las que los introducimos que las microcánulas, ni la técnica empleada en cada caso. De todo esto va a depender tanto el precio como la efectividad del tratamiento", detalla Vicente.

Cabe destacar que los hilos tensores también se utilizan habitualmente en cirugía general, digestiva, vascular o cardiaca y que, desde hace aproximadamente 10 años comenzaron a usarse en España en medicina estética, evolucionando desde entonces hasta hoy para conseguir unos resultados muy mejorados, tal y como reconoce Virtudes Ruiz, cirujana y médica estética, directora médica de las clínicas VirtudEstética.

La función principal de los hilos tensores es la de revertir parcialmente los efectos del envejecimiento, la pérdida de colágeno y el descolgamiento de tejidos blandos que acontecen con el paso de los años.

"Se suelen implantar en diferentes puntos de la cara y cuello para estimular la producción de colágeno en esos trayectos del hilo insertado y consiguientemente generar tracción lateral que luche contra la flacidez y el descolgamiento", ahonda Vicent Alonso.

Como estimuladores de colágeno, funcionan en el rostro en general, para dar firmeza y grosor a la dermis. Como tensores, elevan el óvalo facial, los pómulos, las cejas...

A estas acciones corresponde una reacción en la cara, que es la de un efecto lifting que mejora los contornos faciales y la flacidez.

Las doctoras Ruiz y Vicente dan más pistas acerca de cómo queda un rostro tratado con hilos tensores: "Si los utilizamos para dar un efecto tensor, y elegimos el hilo y la técnica adecuada, conseguiremos dar un efecto de compactación y recolocación de los tejidos que, aunque nunca es como un lifting quirúrgico, muchas veces contenta a los pacientes y les evita pasar por quirófano".

Aunque como ocurre con todas y cada una de las intervenciones estéticas hay que valorar cada caso en concreto, en general los hilos tensores están indicados en pacientes mayores de 35 años que empiezan a evidenciar los signos de descolgamiento facial.

"No se realiza en pacientes muy mayores donde la flacidez es ya de índole quirúrgica", advierte Vicent Alonso. Tampoco están indicados en las personas con enfermedades autoinmunes que están con la enfermedad activa y en tratamiento y en zonas donde exista infección, como matiza Virtudes Ruiz.

Es una intervención sencilla en manos expertas, como aseguran los médicos consultados, pero siempre en manos expertas, repetimos. "Es muy importante la fase de valoración y diseño previo, tras la que se realiza una pequeña infiltración anestésica en los puntos de entrada de los hilos, que se introducen en los lugares planificados y se dejan dentro de la piel, en la región hipodérmica", explica el doctor Alonso.

Los hilos son reabsorbibles por el propio organismo, su duración media es de entre seis meses y un año, momento en el cual se puede volver a realizar el tratamiento, como comenta la doctora Vicente.

Si hablamos de precios, la variedad es tan amplia como los tipos de hilos y las técnicas que se emplean, por lo que el rango puede ir entre 200 y 3.000 euros por sesión.

Al tratarse de una intervención mínimamente invasiva, no hay que hacer nada especial antes de colocarlos, solo poner anestesia en crema media hora antes o una vez el paciente ha llegado a la consulta.

En cuanto a qué hacer tras la inserción de los hilos, la reincorporación a la vida 'normal' es inmediata, "solo quedan como secuela unos hoyuelos o pequeños pliegues delante de la oreja, que desaparecerán en dos o tres días y que se puede disimular muy bien con el pelo", cuenta Virtudes Ruiz.

Conviene, por otra parte, seguir las indicaciones de los expertos en cuanto a en qué postura dormir, según donde se hayan colocado los hilos, y no hacer ejercicio físico intenso,

Pueden aparecer hematomas no frecuentes, algo que pude ocurrir siempre y cuando hay un 'pinchazo' de por medio. Si esto ocurre, y aunque es un protocolo que se puede realizar en verano, hay que "evitar la exposición al sol para que no se pigmenten y duren más o causen futuras manchas", señala María Vicente.

El doctor Alonso también comenta, como conclusión, que si los hilos se colocan en verano, es mejor esperar unos días a darse baños en la piscina, además de evitar las fuentes de calor directo.

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